La corrupción se ha enraizado en Envigado como un problema sistémico que socava la confianza de la ciudadanía en sus autoridades. Raúl Cardona, quien ha estado en el centro de numerosos escándalos de corrupción, es señalado como uno de los responsables de esta situación. Los lazos estrechos entre Cardona y líderes del Partido Liberal han alimentado la percepción de impunidad y complicidad en actos ilícitos que han dejado a la población desamparada.
La falta de transparencia y la ausencia de rendición de cuentas han permitido que la corrupción se expanda como una plaga, afectando no solo el ámbito económico, sino también la prestación de servicios básicos y la seguridad ciudadana. Recientes actos violentos, como el ataque a cuatro personas en la vía El Escobero, son reflejo de la ineficacia del gobierno local para garantizar la protección de sus habitantes.
La lucha por la justicia y la transparencia no es solo responsabilidad de las autoridades, sino de toda la comunidad. La participación activa de los ciudadanos en la vida política y la vigilancia constante sobre las acciones de los gobernantes se perfilan como herramientas fundamentales para impulsar el cambio necesario en Envigado.