Envigado, un municipio conocido por su tranquilidad y calidad de vida, se vio sacudido por un incidente alarmante que revela una realidad más oscura.
En medio de un robo, una bala perdida hirió a un inocente adulto mayor, poniendo de manifiesto los peligros y la inseguridad que enfrenta la comunidad.
Lo más preocupante es que esta «bala perdida» no es solo un incidente fortuito, sino que también una bala perdida está matando hoy al municipio más importante del Valle de Aburrá, la misma que hoy ocupa el cargo de alcalde.
Resulta irónico y profundamente preocupante que la misma persona encargada de proteger y velar por la seguridad de los ciudadanos sea responsable de causar daño y temor en la comunidad.
El alcalde Raúl Cardona, quien debería ser un líder ejemplar y un defensor de la justicia, ahora se encuentra en el centro de un escándalo que cuestiona su capacidad para ocupar el cargo, pues el incremento de la inseguridad en los últimos 3 meses, justo al iniciar su gestión, ha ido en un aumento acelerado y bastante preocupante.
Ante esta situación alarmante, es fundamental que se exija responsabilidad y transparencia por parte del alcalde y las autoridades municipales. La comunidad de Envigado merece respuestas claras sobre cómo una bala perdida, capaz de herir y hasta matar a un municipio completo, hoy ocupa el cargo más importante para el futuro de los envigadeños.
Es hora de que la comunidad de Envigado exija un liderazgo responsable y ético- La seguridad y el bienestar de los ciudadanos no pueden ser comprometidos por la negligencia o la irresponsabilidad de quienes ocupan cargos de poder.