La Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó este martes por consenso la resolución ‘Prevenir y combatir las prácticas corruptas y la transferencia del producto de la corrupción, facilitando la recuperación de activos y devolviendo esos activos a propietarios legítimos, en particular a los países de origen, de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción’.
Este documento fue promovido por la Misión Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, que contó con el copatrocinio de 63 delegaciones.
El embajador Andrés Rugeles, representante permanente alterno, destacó que esta resolución es un instrumento fundamental para avanzar en la lucha contra el flagelo de la corrupción, el lavado y el retorno de los activos adquiridos sobre la base de actuaciones corruptas.
En ese sentido, el documento reconoce el papel de la corrupción como barrera para la asignación de recursos necesarios para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Igualmente, destaca el valor de la educación, los derechos humanos, el fortalecimiento institucional, e incluye la participación de la sociedad civil y el sector privado en la lucha contra esta modalidad delictiva.
Además, allí se establece que existe una clara la vinculación entre la corrupción y delitos como el crimen transnacional organizado, tráfico de drogas, terrorismo, contrabando, trata de personas y el tráfico de armas, entre otras modalidades delictivas. Por ello, hizo un llamado a aplicar el principio de la corresponsabilidad.
“Nuestro deber ético y moral es la protección de las sociedades y democracias contra la inclemencia y voracidad de las prácticas corruptas y el crimen trasnacional”, sentenció el Embajador Rugeles.