El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció hoy que pedirá la inmunidad al Parlamento, lo que congelaría temporalmente su procesamiento por tres cargos de corrupción.
Netanyahu, acusado desde noviembre de cohecho, fraude y abuso de confianza, y que no logró formar un Ejecutivo tras las elecciones generales de abril y septiembre pasados, consigue con esta decisión postergar el comienzo del juicio en su contra, probablemente hasta después de la formación del Ejecutivo tras los comicios del próximo 2 de marzo.
El primer ministro, dijo hoy durante su anuncio que espera «seguir liderando Israel muchos años» e insistió en que los cargos de corrupción que se le imputan son parte de una persecución de la Justicia.
Tras varios meses de investigación, el fiscal general del Estado, Avijai Mandelblit, decidió acusarle en los conocidos como casos 1.000, 2.000 y 4.000.
El primero lo acusa de aceptar lujosos regalos de millonarios a cambio de favores; el segundo examina un presunto intento de pacto con uno de los diarios de mayor difusión de Israel para lograr una cobertura más positiva sobre él a cambio de dañar la distribución del periódico rival.
El tercero, el 4.000, es el más importante, pues Netanyahu es acusado de cohecho por presuntamente haber hecho favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq, propiedad del empresario Saúl Elovitch, a cambio de un tratamiento favorable para él y su mujer, Sara, en el popular digital de noticias «Walla», del que también es dueño el citado magnate.
La petición de Netanyahu, abre un interrogante legal y procedimental, puesto que la Knéset está disuelta y el comité que debe valorar la petición (que luego debería ser ratificada por el pleno), no llegó a ser formado tras los últimos comicios por el fracaso en los intentos de formar gobierno.
los rivales políticos de Netanyahu no han tardado en llegar. El primero en expresarse al respecto fue Beny Gantz, líder de la formación centrista Azul y Blanco y principal rival político de Netanyahu, que señaló en una conferencia televisiva que la decisión de solicitar inmunidad parlamentaria confirma la culpabilidad del primer ministro.
La inmunidad toma un rol protagonista en la campaña electoral de cara a los comicios del próximo 2 de marzo, en los que Netanyahu, recientemente ratificado en primarias por su partido -el derechista Likud-, se enfrentará al electorado por primera vez desde que fue acusado por corrupción, en unos comicios que pueden ser decisivos, no solo para su futuro político sino para su situación legal.
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