El portavoz del primer ministro, Saad Hadith, declaró que el Gobierno de Irak estableció un Tribunal central para juzgar los delitos de corrupción.
«Ha sido creado un tribunal central que se especializará en delitos relacionados con la corrupción. El tribunal adoptará decisiones sobre funcionarios iraquíes acusados de estar involucrados en casos de corrupción», dijo Hadithi.
Un tribunal iraquí ya ordenó detener a los exgobernadores de Saladino y Babel bajo sospecha de haber recibido sobornos, para ser judicializados, además, el Departamento de Transparencia anunció la emisión de 60 órdenes de detención contra miembros del parlamento y funcionarios locales que pueden estar implicados en casos de corrupción.
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Desde el mes de octubre Bagdad y varias ciudades principales de Irak han sido escenario de protestas contra el desempleo, la corrupción y la ausencia de servicios básicos, por lo que están exigiendo la renuncia del Gobierno iraquí.