Entre el 2016 y el 2018, al interior de las Fuerzas Militares, en cabeza del coronel Martín Antonio Arrauth Aguirre, de la mano  del comandante general, Alberto José Mejía Ferrero y queriéndose amparar en la legalidad de la Ley Estatutaria 1621 del 2013, actúan en contravía del marco legal que rige a la cúpula militar, que sin ningún respeto al derecho constitucional del debido proceso, llamaban a calificar servicios a oficiales y suboficiales de la fuerza pública.

Dichas actuaciones ilegales iban ‘soportadas’ con documentos e informes falsos, en los que, supuestamente, algunos militares habían actuado de manera fraudulenta y sus conductas habían sido tipificadas como delictivas. Sin embargo, los miembros de la fuerza pública vinculados habían demostrado tener una carrera militar intachable, llena de galardones y reconocimientos.

Fue así como entre el general, Alberto José Mejía y el coronel Martín Arrauth Aguirre, entre otros miembros del servicio activo, se juntan y conforman Brigadas y Batallones de contrainteligencia, para actuar conforme a su propio beneficio, buscando desviar y obstaculizar procesos de investigación por el desvío de más de 30 mil millones de pesos en repuestos de helicópteros y combustible, que adelantaban algunos de sus colegas de las Fuerzas Militares.

Mediante un oficio dirigido al Ministerio de Defensa Nacional para el general, Alejandro Navas Ramos, comandante del Ejército Nacional pone en público conocimiento acerca de las irregularidades que se vienen presentando y que por las cuales el coronel Jorge Eduardo Vergara, coordinador militar CREMIL, ha estado siendo objeto de persecución y hostigamiento al interior de la institución. El militar hace la denuncia y apunta directamente al general Alberto José Mejía, de ser el responsable de estas conductas en su contra.

El general Alberto José Mejía se había desempeñado como comandante de la División de Aviación Asalto Aéreo (DAVAA) y fue durante su ejercicio en ese cargo cuando se presentaron las presuntas irregularidades de con los cuales se le relaciona. Luego de haber actuado como director de ese departamento del Ejército Nacional, el expresidente, Juan Manuel Santos lo nombró como Comandante de la cúpula militar el 9 de julio de 2015.

Finalmente, entre algunos de los miembros del Ejército Nacional que fueron llamados a calificar servicios, bajo la presunta persecución administrativa de Mejía Ferrero se encontraban: general Jorge Humberto Jerez, coronel Germán Vargas, coronel Hernando Hernández, coronel William Forero, teniente coronel Sergio Geovanny Rodríguez, y el teniente coronel Carlos Andrés Pérez.

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