El cuestionado Ramiro Barragán, candidato a la Gobernación de Boyacá, sigue sumando a su lista de amigos, políticos con un historial de señalamientos y cuestionamientos por corrupción. Primero, la polémica Claudia López, luego Plinio Olano, Antonio Ernesto Leguizamo Díaz y Carlos Roberto Castellanos Pinilla.
Ahora el aspirante al Palacio de La Torre por el partido Alianza Verde, añade una ficha más a la ya gruesa lista, pues esta vez fue visto en compañía del exdiputado Pedro Saavedra, condenado a tres años y ocho meses de prisión por incurrir en el delito de peculado por apropiación cuando se desempeñaba como alcalde de Floresta en el 2010.
En su momento, la investigación arrojó que Saavedra pago con recursos del municipio, diferentes elementos en una ferretería de Sogamoso que nunca hizo entrega de ellos, ese mecanismo era utilizado por él, para apropiarse de los recursos públicos del municipio.
El hecho fue denunciado por el actual personero de esa localidad, sumado a la sentencia, Saavedra tuvo que pagar una multa de 1’019.722 pesos y fue inhabilitado para ejercer funciones públicas por un término igual al de la pena.
Pero la cuestión es: ¿qué hace Barragán en compañía de un corrupto como Saavedra? ¿Acaso recibe algunos consejos para robar el dinero de los boyacenses?
El pueblo de Boyacá debe despertar y darse cuenta de las verdaderas intenciones de estos politiqueros que dicen ser tradicionales y velar por su pueblo cuando la realidad es que su único norte es seguir rodeándose de las mismas mafias corruptas que tanto daño le han hecho al departamento y a su gente.