Desde 2016, han salido 3,3 millones de personas de Venezuela, según cifras aportadas por la ONU. Colombia es el principal receptor de esos migrantes con 1,4 millones de venezolanos en su territorio, quienes salen del país vecino buscando mejores horizontes ante una debacle económica y social causada por el actual régimen de Nicolás Maduro.
En tanto, Migración Colombia informó que, hasta el 30 de junio de este año, en el territorio nacional había 1.408.055 ciudadanos de ese país. De estos, 742.390 se encuentran en condición regular y 665.665 están en situación irregular.
Medellín es la quinta ciudad del país que más inmigrantes ha recibido, con un censo de 64.800, mientras que en Bello viven unos 5.500. Ante esto, ni el gobierno departamental de Luis Pérez ni el municipal de César Suárez han logrado establecer políticas migratorias eficientes para solventar esta situación, que cada día se les escapa de las manos.
Por el contrario, el gobernador Luis Pérez ha pedido que sea el Ejecutivo nacional el que tome las riendas y exija que cada Alcaldía solucione lo que para muchos es catalogado como una “bomba de tiempo”.
Señala que “esos aportes deben distribuirse a los alcaldes. No es ni siquiera la Gobernación, es a los alcaldes”, en especial para la ciudad de Bello, que no ha podido lidiar con esta problemática.
La situación es compleja, ya que dentro del municipio no existe garantía de una migración segura, ordenada y regular, y podría traer como consecuencia una crisis ante el evidente hacinamiento que existe en Bello.
Por lo que muchos se preguntan qué hizo el gobierno de César Suárez para que esta situación no se agravara.
Lo cierto del caso es que no existen políticas ni un plan de respuesta que aporte una solución a este grave problema que afecta no solo la economía, sino también la tranquilidad del pueblo bellanita.
En otras 9 ciudades del país si se lo han tomado en serio y han implemento un programa que solucione y canalice la migración venezolana.