La mayoría de los caqueteños en el año 2015, confiaron ciegamente en el proyecto de gobierno que presentó el Partido Liberal, lo que dio como ganador a Álvaro Pacheco, hoy gobernador destituido por parapolítica. Sin embargo, lo que muchos no saben es que hay un candidato que pretender mantener vivo este legado.
César Augusto Torres, es la puja de la parapolítica de Pacheco, quien el pasado 14 de junio fue condenado a más de siete años de cárcel, suspendido del cargo y con una multa millonaria sobre sus hombros.
Según el fallo de la Corte Suprema, la relación de Pacheco con los grupos paramilitares data de 1997 cuando era el Secretario de Tránsito Municipal del exalcalde Héctor Orozco, cargo que ocupó con el exgobernador liberal Luis Antonio Serrano.
“Prestó su colaboración en trámites relacionados con vehículos y aportó recursos económicos, como formas de promoción del grupo ilegal”. Reza el fallo de la Corte.
Sin embargo, con las espuelas afiladas y sintiéndose bastante cómodo entre estos grupos delictivos, como representante a la Cámara por el Caquetá en 2006, “participó en varias reuniones con comandantes paramilitares” y “empleó la función pública al servicio de la causa criminal”.
No solo eso abarca su oscuro pasado, sino que también dejó un Caquetá en la ruina, inundado de inseguridad en cada rincón y dónde los paramilitares pretenden tener el control.
Entonces, la línea de Pacheco es el paramilitarismo, César Augusto Torres, es su pupilo, a quien él mismo le levantó la mano y le apostó como candidato, hecho que debería poner a pensar a más de uno.
¿Querrán los caqueteños que continúe el mismo sistema criminal en el departamento?
¡Ustedes tienen la última palabra!