Un político del montón: facilista, señalador, figurante, proselitista, desinformado, embaucador. Sí, esas son algunas de las características que describen al candidato a la alcaldía de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán.
Su último movimiento populista fue, cuando menos, indignante. Está bien que corruptos de su calaña, dominados por la codicia, no conocen de límites, pero, utilizar la sensibilidad que despierta la violencia infantil como bandera de su campaña es realmente bajo.
Subscríbete para continuar leyendo
[restrict userlevel="subscriber"]
Hablamos de una denuncia obvia, un secreto a voces, está en investigación desde hace mucho tiempo. Una “denuncia” sin nombres propios, sin detalles que le ayuden a las autoridades a capturar y mucho menos a judicializar a los culpables del atroz crimen que significa el alquiler de niños para mendigar.
En lugar de hacer el mejor intento por sacar provecho del amarillismo para convencer a unos pocos, Bucaramanga necesita representantes que propongan soluciones reales y que vayan en dirección al desarrollo de una ciudad que se lo merece.
Beltrán mostró sus orígenes en una sola movida. Lo que para su campaña, seguramente, fue una estrategia política prometedora, termina siendo el argumento de mayor peso para no recibir apoyo de los bumangueses que no quieren seguir viendo políticos oportunistas en el poder.
¿Cuánto tiempo se habrá gestado esta artimaña política?, ¿cuál sería su expectativa con esto?, ¿es consciente Jaime Andrés Beltrán de que la ciudadanía ya no se deja meter los dedos a la boca tan fácilmente?
22 de julio de 2019, muerte política de Jaime Andrés Beltrán en su carrera por la alcaldía de Bucaramanga a manos de su propio equipo de trabajo.
[/restrict]